Hoy en día está muy de moda hablar sobre el Transhumanismo, pero
¿alguna vez nos hemos preguntado si en realidad nos beneficia o nos perjudica
como seres humanos que somos? Por ello, me posiciono en contra de esta teoría y
expongo por qué creo que sería mala idea que se lleve a la práctica.
Para empezar, el Transhumanismo se trata de un movimiento humanista y futurista creado en el siglo XXI y que busca mejorar a la especie humana e, incluso, crear una nueva que supere a la “normal”.
Esta se haría realidad gracias al uso de la biotecnología y
la inteligencia artificial, es decir, utilizar fármacos, prótesis, ingeniería
genética y cibernética a través de los chips y ciborgs, para conseguir unas
características más desarrolladas en esta “nueva especie “.
Su aplicación se haría para alcanzar los siguientes tres
objetivos:
- - Superlongevidad: bien aumentando la esperanza de
vida de las personas o logrando la inmortalidad; algo imposible en nuestros días,
pero que en un futuro no muy lejano posiblemente se pueda realizar gracias a
máquinas que “copien” los sentimientos o emociones y los conocimientos en un documento
y que, posteriormente, alguien se “descargue” o “abra” metiéndola en un clon. Al
final, tu cuerpo estaría sin vida, pero tu mente seguiría consciente, aunque no
sea de forma física.
Al fin y al cabo, cambiarías una cualidad
muy concreta del ser humano como es la muerte, y la estarías sustituyendo por
un incremento en la cantidad de años que vives, lo que no significa que, a mayor
cantidad, mejor calidad.
En cambio, también se puede manipular la
genética para parar el envejecimiento, como si se crease una enfermedad y tú te
contagias de ella, permitiendo que tu nivel de vida sea considerablemente mayor
y casi infinito.
- - Superinteligencia: con implantes cibernéticos o cambiando
tu genética antes de que nazcas. Con esto en acción podrías tener mejor
capacidad mental, mayor rapidez en cálculos, etc, pero ¿esto implicaría ser más
inteligente? No, el ser inteligente tiene distintos significados, bien el más
conocido es el anterior, a pesar de que existan otras concepciones de ello como
el de entender, pensar y saber interpretar de forma crítica lo que aprendemos.
Además, si pudieras cambiar la genética de un bebé antes de que este nazca para
evitar que tenga ciertas enfermedades, ¿realmente lo harías sabiendo que han
modificado parte de los genes que tú has aportado como padre o madre que eres,
y que a lo mejor esa operación pueda afectar negativamente a la salud de tu descendiente?
- - Superfelicidad o bienestar: a través de
implantes cibernéticos (pudiendo ir a un mundo virtual y electrónico o metaverso)
o eliminar aquello que nos produzca dolor, melancolía y tristeza con la
biotecnología. Al igual que en la superlongevidad, pienso que estás quitando algo
inevitable en el ser humano, el dolor, que de una manera u otra hace que
construyas poco a poco tu carácter y personalidad.
El dolor es algo que nos hace humanos y si
carecemos de ello pueden pasar dos cosas, que seas un robot y no tengas emociones
o que vivas plenamente y con lo mínimo que te ocurra acabes afectado durante
mucho tiempo.
El empleo de chips o inteligencia artificial pueden aportar
muchos beneficios, pero personalmente encuentro más puntos negativos que positivos,
por ejemplo, si deseas tener una cualidad única como poder oír lo mismo que un
gato (es el doble de cómo oímos los humanos), yo considero que estarías creando
una nueva especie humana. ¿He dicho humana? No, habría que encontrar otro
nombre, porque el ser humano se concibe y nace, crece, se reproduce y muere. Somos
seres perfectamente imperfectos, afrontamos riesgos, disfrutamos momentos,
apreciamos detalles que nos importan y puede que sea así porque sabemos que quizás
solo contamos con una oportunidad para sentir o arriesgar, es decir, vivir cada
instante dándole la importancia que en esa etapa se merezca según tu madurez,
tu ánimo, tus ganas… Esto nos diferencia a unos de otros por lo que cada
individuo es distinto al resto.
A raíz de lo expuesto, saco mi conclusión: a pesar de que la
cibernética y la biotecnología avanzaran a tales extremos, me quedo con la raza
humana tal y como la conocemos hoy en día. No niego, si fuera menester la ayuda
de esta biotecnología para poder innovar en el ámbito médico y científico, pero
todo tiene un límite.
Con esta teoría plantean que todos los seres humanos tenemos
que ser iguales, es decir, perfectos, como si fuéramos máquinas. Y puestos a elegir, ¡yo a ese carro no me subo!