viernes, 19 de noviembre de 2021

PLANTEMIENTO SOBRE LAS RAMAS DE LA FILOSOFÍA.

 

El lema de la filosofía es “Sapere Aude”, traducido al castellano significa “atrévete a saber”. El hombre, como ser racional que es, ha sentido la necesidad de indagar sobre el mundo que le rodea, buscando explicaciones que, de manera coherente, le ayuden a saber toda la verdad sobre él y su entorno. De esta manera surgen diferentes ramas en la filosofía con las que se cuestiona la realidad enfocada desde distintos puntos de vista:

Por un lado, se pregunta por qué la realidad es como es y no de otra manera, estudiándola desde su origen hasta su último fundamento para transmitirla de una forma sencilla y que todo el mundo comprenda; nos encontramos ante la Ontología/ Metafísica.

También se pregunta sobre la existencia de una verdad objetiva y si absolutamente podemos llegar a conocer todo buscando métodos para llegar a este fin. La Epistemología se plantea estas dudas ayudándose de la Lógica que mide de qué manera se estructura el razonamiento y su corrección, si la tuviera.

El enfrentamiento cuerpo-alma se cuestiona por qué existimos como seres humanos, tratándose así de la Antropología filosófica.

La Ética moral plantea y establece un criterio para saber distinguir entre qué hacemos bien y qué hacemos mal, siguiendo unas normas morales.

El Arte, gracias a su creación, bien interpretada, nos lleva a la Teoría del Arte, y la Teoría Social o política nos lleva a la reflexión sobre la sociedad, la justicia y sus formas de organización.

¿Tiene sentido entonces preguntarse por las ramas de la filosofía? Definitivamente sí. Las diferentes ramas plantean una manera de aprender a encontrar la Verdad tanto de nuestra existencia como la de nuestro entorno, intentando de una manera ordenada y coherente llegar a todo el mundo de una manera que resulte inteligible.


LA CENSURA

 Lo primero de todo es que, antes de censurar algo, hay que tener en cuenta a quién va dirigido, cuál es su público y por qué se emite. Por ejemplo, los niños no tendrían que ver series de tiroteos o de asesinatos, que suelen ser agresivas, porque al ser pequeños se fijan en los comportamientos de los personajes y tienden a copiarlos, pero, en cambio, las ven porque están a su alcance o mismamente, porque así se sienten “más mayores”.

Ante esto, los padres deben permanecer muy atentos ya que algunos no son conscientes de qué ven o no sus hijos en las plataformas de pago como Netflix, HBO, etc, o en sus propios dispositivos electrónicos.

Personalmente pienso que los niños no deberían de estar sometidos a ciertos contenidos como los que anteriormente he comentado: series de tiroteos o asesinatos; series en las que aparece la violencia, droga, sexo o en las que se muestran prejuicios como que “los hombres son superiores a la mujer” y “la mujer se queda en casa cuidando de los niños, ejerciendo labores de limpieza y comida mientras el marido trae dinero a la casa” o anuncios en los que se publicitan bebidas alcohólicas.

Al igual que para los menores de edad, creo que hay contenidos que deberían de estar limitados, que no censurados, para los adultos. Los spots televisivos de juegos online y el cine porno pueden llegar a causar adicción y perjudicar a la salud. El adulto, como individuo supuestamente responsable, debe de hacer un uso controlado de ambos ejemplos.

Por lo tanto, como en nuestra sociedad hay libertad de expresión, es necesario vigilar tanto en niños como en adultos el abuso excesivo de consumo en ciertos contenidos. Aprovechemos que ya no hay censura y seamos coherentes con el tiempo que empleamos en este tipo de “actividades”.


FOTOGRAFÍA FILOSÓFICA.